Preparación 20 minutos
Cocinado 15 minutos
Total 35 minutos
Raciones 6 docenas
| Sistema Imperial | Sistema Internacional |
|---|---|
| 1 onza líquida | 29.57 ml |
| 1 taza | 240 ml |
| 1 cucharada | 15 ml |
| 1 cucharadita | 5 ml |
| 1 libra | 453.59 gramos |
| 1 pulgada | 2.54 cm |
| 0.035 onzas | 1 gramo |
| 2.205 libras | 1 kilogramo |
1.
Precalienta el horno a 180°C.
2.
En un bol grande, mezcla la mantequilla y el azúcar blanca hasta que estén bien integrados.
3.
Agrega el queso ricotta y el extracto de vainilla. Mezcla hasta que esté suave y sin grumos.
4.
Añade los huevos uno por uno, mezclando bien después de cada adición.
5.
En otro bol, mezcla la harina, el polvo de hornear y la sal.
6.
Agrega la mezcla de harina a la mezcla de queso en batches, asegurándote de que todo esté bien combinado.
7.
Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino.
8.
Con una cuchara de helado, forma bolitas de masa y colócalas sobre la bandeja, dejando un poco de espacio entre ellas.
9.
Hornea por 12-15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.
10.
Deja enfriar las galletas en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.
11.
Una vez que estén frías, espolvorea con azúcar glas.
Sí, puedes usar queso crema en su lugar. La textura y el sabor serán ligeramente diferentes, pero aún así quedarán deliciosas.
Una vez enfriadas completamente, puedes guardar las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante hasta una semana.
¡Por supuesto! Puedes agregar 1-2 tazas de chispas de chocolate, arándanos secos o cualquier otro aditivo que te guste.
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